En Chile, en el foro Estrategia de prosperidad agropecuaria, de CAF para América Latina y el Caribe, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, Luis Alfredo Fratti, repasó las principales líneas programáticas para su gestión.

Enfatizó en la necesidad de darle “un impulso del sector agropecuario a través del aumento de la producción, la industrialización y la exportación”, así como “asegurar el acceso al agua” e implementar “políticas que apoyen a la producción familiar, el desarrollo rural, la agroecología y la equidad de género”. Remarcó la relevancia de “agregar valor a los productos y fortalecer los controles sanitarios”, así como “fortalecer la granja, que en nuestro país no es un rubro exportable, pero tiene que ver sí con asegurar la alimentación a nuestros conciudadanos”.

Nos desparramamos como semilla…
Fratti desarrolló, en particular, la apuesta a mejorar la situación del Instituto Nacional de Colonización (INC), describiendo parte de la historia del país. “Hay que comprar campo para poder dar escala a algunos productores que, por cuestión de pequeñez, tienen que abandonar su tierra y terminan en este problema que nos cuesta mucho resolver, que es el de los asentamientos en torno a nuestras grandes ciudades. Si ustedes les preguntan, tres o cuatro generaciones para atrás era gente que llegó desde el interior profundo, que por un tema de escala no pudieron más, compraron una casita en las orillas de nuestras ciudades, los hijos después fueron a buscar trabajo a los lugares más industrializados y, cuando no lo consiguen, se empieza a formar eso que después es muy difícil de solucionar”.

Recordó incluso que, en su etapa gremialista, fue realizado un estudio que demostraba que “un desocupado en la campaña le cuesta al Estado veinte más barato que si estuviera en la ciudad. Hasta por una cuestión de egoísmo y de economía tendríamos que prestar más atención para que no se tengan que ir, obligados”.